Ten un horario fijo para dormir
No solo los niños pequeños deben de tener una hora para irse a la cama. Los adultos también deben ponerse una hora para ir a la cama y así acostumbrar al cuerpo a ello. Respeta tu horario para dormir.
Levántate a la hora
Los horarios no solo son importantes a la hora de irte a dormir, también debe respetar el horario de despertar. Al pasar más tiempo del necesario estás alterando tu sueño y lo más probable es que después tengas dificultades a la hora de ponerte a dormir.
Toma alimentos ricos en magnesio
Otra de las cosas que interfieren en la mala calidad del sueño es la deficiencia de magnesio. Para ello es recomendable consumir alimentos ricos en magnesio como lo pueden ser las espinacas, las semillas de calabaza..
Reduce el nivel de cafeína
Existe una gran mayoría de personas en las que el consumo de café afecta en su descanso. Al consumir café estás reduciendo el nivel de adenosina, lo que hace que tengas mayor dificultad para calmarse y poder dormir. Trata de tomar café únicamente en la mañana para evitar problemas de descanso.
Apps para dispositivos móviles
Tanto en Play Store y en App Store puedes encontrar diferentes aplicaciones que están directamente creada para estos fines. Son perfectas para medir la calidad del sueño y para inducirlo y mejorar el despertar.
Intenta dormir mínimo 7 horas
Las horas de sueño óptimas en la mayoría de los casos es de 7-8 horas. Al no descansar lo suficiente aumenta en tu organismo el cortisol que es conocido como hormona de la muerte, así que asegúrate de dormir las horas necesarias.
Date un capricho
Aunque previamente hayamos dicho que se deben cumplir los horarios tanto para irse a dormir como para levantarse, existen excepciones. Después de una dura semana no tiene porqué ser malo dormir un poco más para recuperar energía y volver a empezar la semana con fuerzas.
Haz otra actividad
¿No eres capaz de dormir? Los expertos recomiendan que cuando ocurre esto lo mejor es hacer otra cosa como bien puede ser levantarse a beber un vaso de agua o mirar por la ventana y después volver a intentar dormirte.
Duerme una siesta
Son muchas las personas que tienen la siesta como un mandamiento. Dormir la siesta está demostrado que no es malo y que incluso puede tener resultados positivos. Lo aconsejable es que la siesta tenga una duración de entre 20 y 30 minutos. Una siesta de mayor duración puede ser perjudicial tanto para el sueño como para la salud.
La habitación es para dormir
El cerebro asocia de forma inconsciente numerosas acciones y lugares. Esto es lo que ocurre con la hora de dormir, al entrar en la habitación el cerebro debería de hacer pensar al cerebro que es la hora de dormir. En el caso de que realices en la habitación diferentes actividades como jugar, estar con el ordenador, trabajar… Es muy probable que puedas llegar a tener dificultad para dormir en algún momento.
Realiza ejercicio
Está demostrado que hacer ejercicio reduce el estrés y además mejora la calidad del sueño. Ayudan a saturar al cuerpo de oxígeno lo cuál es muy bueno para mejorar el descanso.
Perfuma tu habitación
Existen olores que son muy apropiados para fomentar el descanso. La lavanda es una de las fragancias más recomendadas para perfumar tu cama y así poner remedio al insomnio. Las velas aromáticas o los inciensos son muy buenas ideas para ello.
Dúchate antes de ir a dormir
Darte una ducha o un baño puede ayudarte a relajar mucho el cuerpo. Valorarlo como una opción más para conseguir mejorar tu descanso.
Aléjate de las tecnologías
Antes de ir a dormir es aconsejable desconectar, en los momentos previos a dormir deberás desprenderte de los dispositivos móviles, la televisión etc… Estos dispositivos pueden crear distracciones y dificultar la inducción al sueño.